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¿Por qué la termografía eléctrica es clave para evitar fallas inesperadas?

  • Blog Cañamar
  • 9 may
  • 3 Min. de lectura

¿Por qué la termografía eléctrica es clave para evitar fallas inesperadas?

En el entorno industrial moderno, donde la continuidad operativa es vital para mantener la productividad y competitividad, prevenir fallas eléctricas inesperadas se ha convertido en una prioridad estratégica. Entre las herramientas más eficaces para detectar anomalías invisibles al ojo humano destaca la termografía eléctrica, una técnica no invasiva que permite identificar puntos calientes, sobrecargas y conexiones defectuosas antes de que se conviertan en fallas críticas.


¿Qué es la termografía eléctrica?


La termografía eléctrica consiste en el uso de cámaras termográficas infrarrojas para medir la temperatura superficial de componentes eléctricos. Estos dispositivos capturan imágenes térmicas (termo gramas) que revelan diferencias de temperatura que pueden indicar problemas como:


  • Sobrecarga de circuitos

  • Conexiones flojas

  • Desequilibrio de fases

  • Deterioro de aislamiento

  • Fallas en fusibles, interruptores y transformadores


Según la NFPA 70B (Standard for Electrical Equipment Maintenance), la termografía es una herramienta recomendada para mantenimiento preventivo y predictivo debido a su capacidad para identificar fallas latentes sin necesidad de des energizar los equipos.


Importancia crítica para la prevención de fallas


Los fallos eléctricos no solo detienen líneas de producción; también pueden causar incendios, daños en maquinaria y pérdidas millonarias. De acuerdo con datos del U.S. Fire Administration, cerca del 25% de los incendios industriales son provocados por fallas eléctricas, muchas de las cuales se podrían haber evitado con inspecciones térmicas periódicas.


Además, la termografía permite programar mantenimientos correctivos con antelación, evitando costosas paradas no planificadas. Un estudio de la Electrical Power Research Institute (EPRI) revela que una falla eléctrica crítica puede costar entre $5,000 y $30,000 USD por hora en una planta industrial promedio.


Ventajas técnicas de la termografía en instalaciones eléctricas


Las ventajas específicas de esta técnica en sistemas eléctricos incluyen:


1. Detección temprana de anomalías. Un conector o interruptor defectuoso puede emitir una firma térmica elevada semanas antes de fallar. La termografía detecta este sobrecalentamiento y permite intervenir antes de que se produzca una interrupción.


2. Inspección sin interrupción del servicio. A diferencia de otros métodos de análisis, la termografía eléctrica no requiere detener la operación de los equipos. Esto es vital en industrias donde el tiempo de parada implica altos costos.


3. Cobertura de múltiples componentes. La termografía se puede aplicar a:


  • Tableros eléctricos

  • Transformadores

  • Centros de carga

  • Motores eléctricos

  • UPS y generadores

  • Barras colectoras y cables


4. Documentación objetiva. Los termogramas generan evidencia gráfica de las condiciones del sistema, útil para auditorías, reportes técnicos, seguros industriales o evaluaciones normativas.


Aplicaciones en mantenimiento predictivo


La termografía es una pieza clave en programas de mantenimiento predictivo (PdM), ya que permite priorizar intervenciones y planificar recursos de forma más eficiente. Según Fluke Corporation, el uso sistemático de termografía puede reducir hasta un 70% los tiempos de parada no planificada en instalaciones industriales.


Al combinar la termografía con otras técnicas como análisis de vibraciones y monitoreo de energía, las empresas pueden establecer un enfoque integral de confiabilidad operativa, optimizando sus procesos y reduciendo el riesgo de pérdidas por fallas eléctricas.


Normativas y mejores prácticas


Implementar termografía eléctrica como parte del mantenimiento implica cumplir con estándares reconocidos, tales como:


  • NFPA 70B: Promueve el uso de termografía para monitoreo de sistemas eléctricos.

  • IEEE Std 3006.2™: Guía para análisis de confiabilidad en sistemas eléctricos industriales.

  • ISO 18434-1: Norma internacional para monitoreo basado en condición por termografía.


Asimismo, se recomienda realizar inspecciones termográficas al menos una vez al año en instalaciones críticas, o con mayor frecuencia si se manejan cargas elevadas o condiciones ambientales adversas.


Casos de uso en la industria


Empresas de sectores como alimentos, automotriz, manufactura pesada y energía ya implementan la termografía como parte esencial de sus rutinas de inspección. Un caso relevante es el de una planta de producción automotriz en México que, tras implementar termografía en sus líneas de energía y motores eléctricos, logró reducir en un 65% sus incidencias eléctricas no programadas en un año.


La termografía eléctrica no es un lujo, sino una necesidad en el entorno industrial actual. Su capacidad para detectar anomalías invisibles, prevenir fallas inesperadas y optimizar el mantenimiento, la convierte en una herramienta indispensable para garantizar la seguridad operativa, reducir costos y aumentar la vida útil de los activos eléctricos.


Si tu empresa aún no ha implementado inspecciones termográficas periódicas, es momento de integrarlas en tu plan de mantenimiento. Prevenir es siempre más rentable que corregir.

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