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Diferencias entre instalaciones eléctricas en baja y media tensión

  • Blog Cañamar
  • 30 may
  • 3 Min. de lectura

Diferencias entre instalaciones eléctricas en baja y media tensión

Las instalaciones eléctricas industriales y comerciales requieren soluciones adecuadas según el tipo de carga, demanda energética y normativas aplicables. Una de las distinciones más relevantes en ingeniería eléctrica es la diferencia entre instalaciones de baja tensión y media tensión. Entender sus características, aplicaciones y requerimientos técnicos es esencial para garantizar la seguridad, eficiencia energética y continuidad operativa de cualquier proyecto.


En este artículo abordamos en detalle las diferencias clave entre ambos tipos de instalaciones, con datos técnicos y normativos relevantes para apoyar la toma de decisiones en entornos empresariales e industriales.


¿Qué se entiende por baja y media tensión?


Baja tensión (BT)


Según la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDE-2012 y el Reglamento de Instalaciones Eléctricas de la CFE, se considera baja tensión a todo sistema eléctrico con un voltaje nominal igual o inferior a 1,000 V en corriente alterna o 1,500 V en corriente continua. En México, los niveles más comunes de baja tensión son:


  • 127/220 V (monofásico o bifásico)

  • 220/440 V (trifásico)

  • 277/480 V (en instalaciones industriales más complejas)


Este rango es el utilizado generalmente en:


  • Comercios

  • Oficinas

  • Viviendas

  • Pequeñas y medianas industrias


Media tensión (MT)


Por otro lado, la media tensión se define como aquella entre 1 kV y 35 kV, aunque algunos organismos internacionales como la IEC extienden el límite superior hasta los 52 kV. En México, los niveles típicos de media tensión para suministro industrial incluyen:


  • 13.2 kV

  • 23 kV

  • 34.5 kV


Estas tensiones se emplean principalmente en:


  • Plantas industriales de gran escala

  • Centros comerciales

  • Edificios corporativos de alto consumo

  • Parques industriales


Diferencias clave entre baja y media tensión


1. Nivel de carga y demanda energética


Las instalaciones de media tensión están diseñadas para alimentar cargas superiores a los 100 kW. Mientras tanto, las de baja tensión cubren cargas menores o divididas en circuitos de uso general, iluminación o equipos menores.


Ejemplo práctico: Una planta automotriz con maquinaria pesada, líneas de producción y sistemas de climatización necesitará media tensión para operar eficientemente, mientras que una tienda departamental puede abastecerse con baja tensión.


2. Infraestructura y diseño


Las instalaciones de media tensión requieren:


  • Subestaciones eléctricas (normalmente tipo pedestal o interior)

  • Transformadores

  • Aisladores y celdas de media tensión

  • Mayor grado de protección contra arco eléctrico y cortocircuitos


En cambio, las instalaciones de baja tensión utilizan:


  • Tableros de distribución

  • Interruptores termomagnéticos

  • Canalizaciones sencillas

  • Menor necesidad de equipamiento especializado


3. Costo de instalación y mantenimiento


Aunque la media tensión ofrece beneficios operativos para grandes consumidores, implica mayores costos iniciales y requisitos técnicos:


Concepto

Baja Tensión

Media Tensión

Inversión inicial

Baja a moderada

Alta

Mantenimiento

Simple y económico

Especializado y periódico

Personal requerido

Técnico eléctrico

Ingeniero electricista con licencia


El retorno de inversión en media tensión se justifica por tarifas más competitivas y menor pérdida por efecto Joule, sobre todo en instalaciones con alto factor de carga (>0.7).


4. Seguridad y normativas


Ambos sistemas están regulados por normas como:


  • NOM-001-SEDE-2012

  • NOM-029-STPS-2011

  • Código de Red (CENACE)


Sin embargo, los riesgos en media tensión son mayores: las descargas y arcos eléctricos pueden ser letales. Esto implica más barreras físicas, aislamiento, señalización y procedimientos estrictos de operación.


¿Cuál conviene a tu empresa?


La elección entre una instalación de baja o media tensión depende de múltiples factores:


  • Demanda de energía: si el consumo supera los 100-150 kW de forma continua, la media tensión es una mejor opción.

  • Tarifa eléctrica: la Tarifa OM o HM de CFE para media tensión suele ser más económica que la Tarifa 3 de baja tensión, especialmente en operaciones 24/7.

  • Escalabilidad: si se prevé crecimiento en líneas de producción o incorporación de nueva maquinaria, la media tensión ofrece mayor capacidad y flexibilidad.

  • Ubicación y normativas locales: en algunas zonas industriales, CFE puede exigir acometidas en media tensión.


Comprender las diferencias entre instalaciones eléctricas de baja y media tensión es clave para garantizar la seguridad, eficiencia y competitividad energética de cualquier proyecto industrial o comercial. Mientras que la baja tensión es ideal para espacios pequeños o con demanda controlada, la media tensión es imprescindible para operaciones de alto consumo y gran escala.


Antes de tomar una decisión, lo ideal es realizar un estudio de demanda eléctrica y factibilidad técnica, con apoyo de una empresa especializada en ingeniería eléctrica industrial. La correcta elección puede representar ahorros de hasta un 20% en la factura eléctrica mensual, además de reducir riesgos y evitar paros no programados.


¿Estás planificando una nueva instalación eléctrica? Contáctanos para realizar una evaluación profesional y diseñar la solución más segura, eficiente y rentable para tu negocio.

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